El estruendo atronador del Carnaval ha resultado efectivo: la primavera no puede hacer oídos
sordos a la llamada. La nieve de las cumbres ha comenzado a derretirse y la extensa red de
regatas y pequeños arroyos comienza a despertar a la vegetación. Poco a poco todos los rincones empiezan a florecer y, dejando atrás el silencio del invierno, los animales comienzan
a llenar el aire de sonidos. Los días van alargándose y nos dan la oportunidad de escudriñar los diferentes recorridos y senderos de Baztan. El valle de Baztan es rico en monumentos megalíticos, y para conocerlos existen numerosas opciones.